Según algunas fuentes probablemente
sea a día de hoy, el asesino en serie con el mayor número de víctimas a sus
espaldas: el hindú Thug (Zag) Behram. Se dice que mató a 931 personas, aunque
este dato no parece ser cierto, ya que declaró haber matado con sus propias
manos a 130 y ‘estar presente’ en más de 930 asesinatos, cometidos por miembros
de la banda que el dirigía, compuesta de entre 25 y 50 hombres. Aunque, sus
declaraciones al ser detenido, fueron bastante incongruentes.
El
nombre de este asesino (escrito thug y pronunciado ‘zag’) es un término inglés
de origen hindú que significa ‘criminal’. Así, los miembros de esta secta eran
denominados thuggee (zaguí).
Thug
(Zag) Behram nació en 1765 y en 1790, ya como líder del grupo inicia su carrera
criminal. Pertenecía como ya he indicado al culto de los thuggee, también
denominados ‘Los estranguladores’. Este grupo sectario, siendo fiel a su nombre,
se dedicaba a estrangular a sus víctimas para robarles. Sus integrantes se
mezclaban entre hinduistas y musulmanes.
El
origen de esta banda criminal se remonta a la Edad Media y la primera vez que
se menciona es en 1356 en la obra Historia de Shah Firoz del historiador musulmán Ziauddin
Barani. Su modus operandi era entablar amistad con los peregrinos que recorrían los
caminos de la India y ganarse su confianza hasta que eran asesinados. A modo de
ritual los crímenes se cometían con un pañuelo de color amarillo llamado
‘rumal’, en honor a Shivá y su esposa Kali, dioses de la destrucción. Despúes,
los cuerpos eran enterrados para no ser descubiertos.
(Zag)
Thug Behram fue capturado y ahorcado por las Fuerzas de ocupación Británicas en
1830. Jamás se arrepintió, y es más, se
mostró orgulloso de los crímenes cometidos. La muerte del asesino condujo a la
desaparición de la secta.
Según
el ‘Libro Guinness de los Records’, los thuggees mataron a unos dos millones de
personas durante su existencia, aunque el historiador británico Mike Dash
rebate este dato y calcula que el total de víctimas de este grupo criminal no
superó la cifra de 50.000, ya que según sus investigaciones existieron durante
150 años.
Los
‘thags’ fueron inmortalizados en numerosas obras. La más conocida por nosotros
‘Sandokán’, de Emilio Salgari, en la cual figuran como enemigos del
protagonista. También
aparecen en la película ‘Indiana Jones y el templo maldito’, esta vez renacidos
cien años después de su extinción y haciéndole la vida imposible a Harrison
Ford.
Esta
pandilla de asesinos es considerada por muchos autores como la primera mafia de
la historia.
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