Edward Theodore Gein nació el 27
de agosto de 1906 en La Crosse, Wisconsin, (Estados Unidos), aunque pasó la
mitad de su vida en la población de Plainfield, del mismo estado, hasta ser
detenido en 1957. Creció junto a su hermano menor y sus padres, los cuales les
educaron en un estricto y marcado ambiente religioso, sobretodo su madre que
profesaba la religión luterana de forma obsesiva, que a pesar de sentir un
profundo desprecio hacia su marido, continuó con él debido a su oposición
religiosa al divorcio.
Ed y su hermano se dedicaban a
trabajar en la granja familiar, de la que salían únicamente para ir a la
escuela, debido a la férrea disciplina de su madre, la cual inculcaba en sus
hijos la idea de la innata inmoralidad del ser humano, el mal de la bebida, y
la creencia de que todas las mujeres (a excepción de ella, por supuesto) eran
prostitutas e instrumentalizadas por el demonio. Además instruía cada tarde a sus hijos
leyéndoles fragmentos de la Biblia, generalmente en textos del Antiguo
Testamento sobre la muerte, el asesinato y la retribución divina.
Ante tal situación, el joven Ed
era presa fácil de las burlas y bromas pesadas de sus compañeros de clase, que
junto a los profesores fueron testigos del extraño comportamiento del muchacho,
que a menudo reía sin motivo aparente. Por ello no era raro que Ed no tuviera
amigos, y aunque tratara de hacerlos, su madre le regañaba cada vez que lo
intentaba. A pesar de todo esto, en la escuela no fue mal estudiante, sobre
todo en la lectura.
Los chicos crecieron y ya en la
edad adulta continuaron con la única compañía familiar, sin prácticamente
contactar con otras personas, hasta que en 1940 falleció el padre. A partir de
aquel momento tuvieron que trabajar como operarios por cuenta ajena para ayudar
a la economía del hogar.
Ed, a pesar de la estricta
educación de su madre, sentía mucho apego por ella y siempre trataba de hacerla
feliz, sin éxito. En cambio, Henry se reveló y empezó a hablar mal de ella a su
hermano.
El 16 de mayo de 1944, se
declaró un incendio forestal cerca de la granja de los Gein. Los dos hermanos
corrieron a intentar sofocar el incendio, en el cual murió Henry. El médico
forense certificó muerte por asfixia, aunque el cuerpo apareciera con múltiples
golpes, se sospechó de que Ed lo matara. Aún así, el certificado médico se dio
como válido y no se presentaron cargos en su contra.
El 29 de diciembre de 1945,
moría su madre que tiempo atrás había sufrido un infarto cerebral. A pesar de la
vida que le había dado, para Ed era su referencia vital. Después del
fallecimiento de la madre, siguió viviendo en la granja familiar y se mantenía
de un subsidio del estado y de los trabajos ocasionales que le iban surgiendo.
Pronto empezaron los
comportamientos extraños. Las habitaciones de la casa frecuentadas por su madre
las dejó intactas, convirtiéndolas en una especie de santuario, y empezó a
interesarse por la lectura de revistas que hablaban del culto a la muerte y a
concurrir los cementerios locales por la noche.
Desapariciones
El 8 de diciembre de 1954, un
ciudadano entró en la taberna de Mary Hogan para tomar una copa. Extrañamente
nadie se econtraba en el lugar para servirle, aunque observó un regero de
sangre, como si se hubiera arrastrado un cuerpo hacia el exterior del
establecimiento. Alertado avisó a la policía. La propietaria Mary Hogan, había
desaparecido.
El 16 de noviembre de 1957, el
dueño de una tienda de Plainfield, Bernice Worden desapareció. La policía
sospechó de Ed desde el primer momento, dado su extraño comportamiento. Además
el hijo del desaparecido declaró que Gein estuvo la noche anterior de la
desaparición de su padre comprando en la tienda y dijo que a la mañana
siguiente volvería para comprar anticongelante. El último recibo que escribió
Bernice fue el del anticongelante, en la misma mañana que desapareció.
Los investigadores
inspeccionaron la propiedad de Gain, donde hallaron el cuerpo decapitado de
Bernice Worden en el cobertizo, colgado boca abajo, y las muñecas atadas con
una cuerda. El torso se encontraba abierto en canal. Además le habían disparado
con un rifle.
Al seguir buscando por la casa,
las escenas que vieron los investigadores fueron dantescas, un museo de restos
humanos se hallaron por doquier: cuatro narices, huesos, nueve máscaras de piel
humana, copas hechas de cráneos, sillas tapizadas y prendas de vestir hechas
con piel humana, la cabeza de la tabernera Mary Hogan en una bolsa, la cabeza
de Bernice Worden en un saco, nueve vulvas en una caja de zapatos, cráneos
postrados en los postes de la cama de Gein, órganos humanos en el frigorífico,
labios pegados a una correa de persiana, un cinturón con pezones incrustados,
etc.
Detención y confesión
Una vez detenido, Ed Gein
confesó haber matado a Mary Hogan y Bernice Worden. Además, declaró a los
investigadores que entre 1947 y 1952, hizo una cuarentena de visitas nocturnas
a tres cementerios para profanar tumbas y exhumar los cuerpos enterrados
recientemente. La mayoría de veces volvía con las manos vacías pero en nueve
ocasiones se llevó los cuerpos de mujeres de mediana edad, las que él
consideraba que se parecían a su madre. Una vez en casa, bronceaba sus pieles y
se hacía unos trajes con ellas para vestirse él mismo. En el interrogatorio se
le preguntó se había practicado canibalismo con los cuerpos de las víctimas, a
lo que contestó: “No. Olían muy mal”.
El 20 de marzo de 1958, mientras
Gein estaba detenido, su casa fue incendiada. Cuando se enteró dijo: “Menos
mal”.
Juicio y condena
En primera instancia, Ed Gein
fue declarado mentalmente incompetente e internado en un centro psiquiátrico.
Sin embargo, en 1968, los médicos de Gein determinaron que estaba lo
suficientemente cuerdo para ser juzgado, y fue declarado culpable de asesinato
en primer grado, pero como legalmente se le diagnosticó enfermo mental pasó el
resto de su vida encerrado en un hospital psiquiátrico, donde falleció el 26 de
julio de 1984.
La tumba de Gein ha sido
destruida en numerosas ocasiones. Pedazos de ella han sido robados por coleccionistas.
Incluso la rápida también se sustrajo, aunque se recuperó meses después,
conservándose en un museo del condado de Waushara (Wisconsin).
Fuentes:
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