Nacida el 6 de marzo de 1785 en
Bremen, en el seno de una familia humilde, Gresche Timm fue una asesina en
serie, matando a 15 personas entre 1813 y 1827, las 8 primeras de su entorno
familiar y las 7 últimas de su círculo de amistades. Para dar fin a sus vidas
utilizó un raticida llamado Mäusebutter
en alemán, traducido al español como “grasa de ratas”, que consistían en
pequeñas hojas de grasa animal impregnadas en arsénico que mezclaba en las
comidas de sus víctimas.
Su primer esposo, Johann
Miltenberg fue la primera víctima. El motivo podría haber sido por despilfarrar
la herencia que había recibido de su padre, siendo el principal medio de
sustento de la familia. Al poco de morir su marido, Gesche conoció al que sería
su segundo marido y del que tomaría el apellido, Michael Gottfried. Para tener
el camino más fácil, quitó de en medio a todas aquellas personas que le
estorbaban: el 2 de mayo de 1815, mata a su madre Gesche Timm –que junto a su
marido, no estaban de acuerdo con aquella relación-; el 10 de mayo de 1815 a su
tercera hija Johanna, de 3 años; a su primera hija Adelaida, de 6 años, el 18
de mayo de 1815; a su padre, Johann Timm, el 28 de junio de 1815; a Heinrich,
su segundo hijo, el 22 de setiembre de 1815.
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Retrato de Gesche Gottfried. Autor: Rudolf Friedrich Suhrlandt |
La siguiente víctima fue su
propio hermano, Johann Timm, que tras regresar de la guerra en 1816, quería
cobrar parte de la herencia de sus padres. Lo envenenó tras echarle el matarratas
en un plato de marisco. Murió el 1 de junio de 1816. Un año después mató a su
segundo marido, Michael, seguramente para heredar sus bienes. Tras este
asesinato, siguieron otros siete, amigos y vecinos serían los elegidos.
Nadie sospechó de ella hasta ese
momento, ya que Gesche gozaba de muy buena reputación entre sus allegados. Se
mostraba muy cordial con sus amigos, vecinos y familiares, acrecentándose aún
más su buena fama cuando se ofreció a cuidar a las personas que ella misma
envenenó y que enfermaban al poco tiempo, estando junto a ellas hasta el último
aliento de vida, por lo que se la empezó a llamar “el ángel de Bremen”. Pero
los rumores comenzaron a surgir entre la población, y su suerte cambió cuando
su doceaba víctima, Wilhelmine Rumpff empezó a enfermar después de haber
consumido un plato cocinado por Gesche, por lo que sugirió a su médico de
confianza, el Dr. Luce que examinara unos gránulos de color blanco que había
observado en la comida que le había preparado la asesina. El médico, que ya
había tratado a otras víctimas de Gesche cuando enfermaron, determinó que la
sustancia era arsénico, por lo que avisó a las autoridades.
Detención y ejecución
La señora Rumpff murió el 22 de
diciembre de 1826, y Gesche no fue detenida hasta el mes de marzo de 1828. Para
entonces ya había matado a tres personas más, la última en Hannover. Fue
condenada a muerte y ejecutada en la guillotina, el 21 de abril de 1831, siendo
Gesche Gottfried la última persona ejecutada en la ciudad de Bremen. De su
rostro se hizo un molde de cera para estudiar los rasgos faciales, ya que en
aquella época estaba muy en boga el fenómeno de la frenología, es decir, el
estudio de las morfologías faciales y craneales, las cuales se creían que
determinaban las conductas criminales.
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Máscara mortuoria de Gesche. Fotografía: Jürgen Howaldt |
No se sabe con certeza cuáles
fueron los motivos que empujaron a Gesche a cometer los últimos crímenes.
Algunas teorías apuntan a motivos financieros, pero las víctimas no disponían
de grandes cantidades de dinero. Otra causa podría ser que, tras asesinar a sus
familiares se sintiera poderosa, creyéndose estar por encima de la vida y la muerte.
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