El danés Peter Frederiksen,M residente
en Bloemfontein (Sudáfrica), de 63 años fue detenido en septiembre de 2015 luego
de que la policía encontrara 21 clítoris ordenadamente etiquetados y guardados
en bolsas de plástico en el congelador de su casa, además fueron intervenidos medicamentos
anestésicos, material quirúrgico y fotografías de pornografía infantil.
Según un portavoz de la policía
sudafricana, la mayoría de sus víctimas eran de Lesotho -país enclavado geográfica
y políticamente dentro del país de Sudáfrica-. Las mismas fuentes policiales
señalaron que conocieron el origen de las víctimas porque en el etiquetado de
los órganos aparecía escrito los nombres de la víctimas y cúando fueron
extirpados.
Frederiksen fue denunciado por su
esposa, Anna Matseliso Molise, de 28 años de edad, después de que la
anestesiara y le extirpara parte de sus órganos genitales. La mujer era un testigo
clave del caso, pero la balearon en la puerta de su casa, el 20 de octubre de
2015, muriendo tras su ingreso hospitalario.
Se investiga si el danés podría
ser un asesino en serie. La policía ha realizado un llamamiento dirigido a las
víctimas para que testifiquen y aporten información de los hechos. Además,
Frederiksen –que regentaba dos tiendas de armas en Bloemfontein- está buscado
por las autoridades danesas por supuestos delitos de tráfico de armas.
La práctica de la extirpación de
órganos sexuales femeninos es una aberrante tradición en la zona, con un alto índice
de violencia contra las mujeres, teniendo el país sudafricano una de las tasas
más altas de asesinatos a mujeres por parte de sus parejas del mundo.
Fuentes:
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