El territorio que conforman los
países de Ruanda y Burundi están poblados desde hace cientos de años mayoritariamente
por dos castas pertenecientes a un mismo grupo étnico. Así los hutus y los
tutsis tienen un mismo origen: la etnia banyaruanda. Entre ellos, no existen
diferencias raciales, ni idiomática ni religiosa. Su división ha sido siempre
social, siendo sus primeros pobladores los hutus que se dedicaban a la
agricultura, formando pequeños reinos, hasta que en el siglo XV se cree que los
tutsis –procedientes de Etiopía- invadieron dichos territorios e impusieron una
monarquía que duraría hasta el fin de la era colonial belga en los años 50 del
siglo XX.
Si bien los hutus han sido más
numerosos, los tutsis conformaban la clase dominante y por tanto de mayor
escala social. Los conflictos siempre habían existido entre los dos grupos,
aunque los colonizadores belgas se encargaron de acentuar el problema para su
propio interés.
En 1962 el territorio fue
partido en dos, creándose los estados de Burundi y Ruanda, siendo éste último
donde los hutus comenzaron a afianzarse en el poder. Por el contrario, más de
la mitad de los tutsis huyeron del país entre 1959 y 1964.
Después de una guerra civil y un
golpe de estado, el general Juvenal Habyarimana, perteneciente a la casta de
los hutu, se hizo con el poder supremo, creando una constitución en 1978. En
1991, tras otra guerra civil provocada por la incursión en Ruanda del FPR
(Frente Patriótico Ruandés) y su brazo armado APR, ambos compuestos por
exiliados tutsi ruandeses apoyados por Uganda. Habyarimana flexibilizó su poder
creando una nueva constitución en 1991, aunque en la sombra ejerció una política
de gran represión contra los tutsi.
El punto de inflexión se produjo
el 6 de abril de 1994, cuando el avión en el que volaba el dictador Habyarimana
y el presidente de Burundi (también de la casta hutu) Cyprien Ntaryamira, fue
alcanzado por un misil mientras se disponía a aterrizar en el aeropuerto de la
capital ruandesa de Kigali. Aunque nunca se pudo averigüar quienes causaron el
atentado, la mayoría de hutus culparon a los tutsis.
![]() |
General Juvvenal Havyarimana |
DES MILLES COLINES
La Radio Televisión Libre de las
Mil Colinas (RTLM o ) fue una emisora de radio muy popular en Ruanda, fundada
el 4 de julio de 1993 con el apoyo de Radio Ruanda, la emisora del régimen.
Cuando el presidente ruandés fue
asesinado, esta emisora se convirtió en el medio principal de emisión propagandística.
Un bombardeo de información xenófoba y odio haciendo un llamamiento al
exterminio de la población tutsi, que duró casi cuatro meses.
En un país donde la difusión de
los medios de comunicación era mínima (la televisión y los periódicos tenían escasa
repercusión), la radio era la principal fuente de información, y en especial esta
emisora era muy popular entre la población, por lo que jugó un papel
fundamental en el desarrollo del genocidio tutsi.
EL EXTERMINIO TUTSI
Durante la primavera de 1994 los
escuadrones de la muerte hutus exterminaron al 75 por ciento de la población
tutsi, o dicho de forma numérica entre 800.000 y un millón de los habitantes
ruandeses.
Además, los hutus mataron a
amigos y vecinos de toda la vida con los que se habían relacionado, incluidos
niños. Incluso personalidades políticas se sumaron al holocausto, como un
alcalde hutu, Silvester Cacumbibi que violó a la hija de un amigo suyo tutsi y
luego hizo que la violaran otros hombres. Según Naciones Unidas en esos meses
de terror unas 200.000 mujeres fueron violadas, y muchas de ellas asesinadas
después. En algunos casos se sirvieron de lanzas, cañones de fusil, botellas o
estambres de banano para penetrarlas. Incluso les cortaban los pechos de cuajo
y mutilaban sus órganos sexuales con machetes, agua hirviendo o ácido. O también
hijos fueron obligados a violar a sus madres.
EL FIN DEL GENOCIDIO
No se puede calificar a todos
los hutus como genocidas, ya que las facciones más moderadas de esta etnia
también sufrieron las atrocidades de los más extremistas, en una epidemia de
odio irracional que finalizó a principios de junio de 1994 cuando el Frente
Patriótico Ruandés -comandado por el actual presidente de Ruanda, Paul Kagame y
apoyados por el ejército francés y Naciones Unidas- entró en Kigali, obligando
al gobierno y a millones de hutus a abandonar el país, aunque en la actualidad Kagame
y 40 altos cargos militares han sido procesados por jueces franceses y
españoles por crímenes de lesa humanidad, quienes les acusan de perpetrar el
atentado contra el presidente Habyarimana, y que desencadenó una matanza contra
la casta hutu desde 1994 al 2000, además de torturar, asesinar y hacer
desaparecer a nueve españoles y demás miembros que participaban en labores de
ayuda humanitaria.
![]() |
Paul Kagame, actual presidente de Ruanda, en 2010. Foto: David Shankbone. |
En la actualidad, Ruanda vive en
paz donde al parecer, el gobierno implantó una política de reconciliación
nacional que entendieron tanto hutus como tutsis, aunque el problema se trasladó
al vecino Congo, donde muchos refugiados de una etnia y de otra, siguen
librando la guerra por su cuenta.
Fuentes:
Zimbardo,
Philip. ‘El efecto Lucifer’, pp 31 y ss. Paidós Ibérica. Barcelona (2008).
No hay comentarios:
Publicar un comentario