El buque espía USS Pueblo zarpó
de la base naval japonesa Yokosuka con rumbo a la base de Sasebo, el 5 de enero
de 1968, y de ahí se dirigió al estrecho de Tsushima, donde tenía la misión de
recabar información acerca de las ubicaciones de radares en tierra norcoreanas,
de su potencial naval bélico y además de realizar un seguimiento de las naves
soviéticas que se encontraran en aguas coreanas.
El 23 de enero de ese mismo año,
el buque estadounidense fue interceptado por un cazasubmarinos norcoreano a
unos 24’8 km al sudeste de la isla de Mayang-do, quien dio la orden de
identificarse. El navío izó la bandera estadounidense. El cazasubmarinos le
ordenó detenerse, pero el USS pueblo realizó maniobras de evasión, respondiendo
los norcoreanos con disparos, destruyendo el mástil del radar y el puente.
Además hirieron a tres miembros de la tripulación, incluido el comandante. Uno
de ellos murió posteriormente. Cuatro lanchas torpederas rodearon al buque y
por aire dos cazas Mig se añadieron a la flota de interceptación. El
comandante, viéndose cercado ordenó la destrucción de toda la documentación
clasificada y los equipos electrónicos, aunque solamente pudieron destruir una
pequeña parte. Envió un mensaje de emergencia por radio a la Flota del Pacífico
pero llegaron tarde. El comandante del navió americano insistió en que se
encontraban en aguas internacionales pero las autoridades norcoreanas
aseguraban que no era así.
Hasta el 28 de enero no hubo una
confirmación oficial de que el USS Pueblo estaba en manos de Corea del Norte.
En principio, se pensó que la captura del buque había sido organizada por la
Unión Soviética, pero luego se supo que los únicos responsables fueron los norcoreanos
y que este hecho no fue aprobado por sus aliados, erosionando las relaciones.
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El USS Pueblo en octubre de 2013 Foto: Clay Gilliland https://www.flickr.com/photos/26781577@N07/12209043723 |
El barco de guerra se encontraba
custodiado en el puerto de Wonsan. La tripulación pasó hambre y fueron
torturados. Las negociaciones para la devolución de la tripulación duraron 11
meses. Así, las exigencias norcoreanas eran que “los Estados Unidos deben admitir que el USS Pueblo entró en aguas de
Corea del Norte, deben pedir disculpas por su intrusión y deben garantizarle a
la República Democrática Popular de Corea del Nort que esto no volverá a
ocurrir”. Después del largo tira y afloja el General Woodward, máximo
responsable de las negociaciones, aceptó firmar la petición norcoreana, por lo
que los 82 tripulantes más el fallecido, fueron puestos en libertad el mismo
día de la firma, el 23 de diciembre de 1968. En cambio, el USS Pueblo a día de
hoy no ha sido devuelto a los Estados Unidos, encontrándose actualmente expuesto
como pieza de museo para las visitas turísticas.
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