Mahin se ofrecía en los lugares
de culto en la ciudad de Qazvin -a unos 150 km al noroeste de la capital iraní,
Teherán- para llevar a sus casas a mujeres de avanzada edad. Una vez allí las
drogaba echando narcóticos en el zumo, y después las mataba estrangulándolas.
Todas menos a una, que al parecer , la droga no le hizo ningún efectó, por lo
que la golpeó con una barra de hierro en la cabeza. Los asesinatos fueron
cometidos entre febrero de 2008 y mayo de 2009.
Qadiri fue detenida al cometer
una infracción de tráfico. Una vecina de una de las víctimas dio parte a la
policía después de conocer la noticia del crimen, ya que vio a la asesina salir
del lugar y marchar en un coche blanco, marca Renault. En una escena del crimen
se halló las huellas dactilares de Qadiri. Tras realizar las comprobaciones
oportunas, fue arrestada.
El móvil de los crímenes fue el
robo, ya que según confesó en dependencias policiales, tenía muchas
deudas, por lo que una vez dio muerte a las ancianas les robó joyas, dinero y
demás objetos de valor que encontró. También confesó haber dado muerte al
propietario de un apartamento donde ella vivía, y de una tía suya. Según
comentó a los policías, se habría inspirado en las novelas de Agatha Christie
para cometer los crímenes.
Mahin Qadiri fue condenada a la
pena capital, siendo ahorcada el 20 de diciembre de 2010, convirtiéndose en la
primera asesina en serie de la historia criminal iraní.
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