El 26 de julio de 2015 unas bolsas de
basura tiradas junto al estanque de la calle Dimitrova número 10 de
San Petersburgo, llamaron la atención de un vecino del lugar que
paseaba por allí. La curiosidad le pudo y decidió abrir una de
aquellas bolsas de plástico azules. Seguro que el hombre se
arrepentiría más tarde de haberlas abierto. Los restos
descuartizados de un cuerpo humano se hallaban en su interior,
envueltos en una cortina de baño.
La
investigación policial se inició en tratar de averiguar quién o
quiénes habían depositado aquellas bolsas de basura en aquel lugar.
Para ello se dispusieron a localizar alguna cámara de seguridad que
pudiera haber en algún comercio cercano. Por suerte, una tienda de la misma calle, hacía poco que los propietarios habían instalado un sistema de cámaras de
vigilancia. Tras analizarlas vieron en unas imágenes grabadas de hacía pocos
días a una anciana transportando las bolsas. Aquella mujer vivía en el portal junto a la tienda y cuando los policías la localizaron en su domicilio,
ella confesó haber matado a su inquilina. Tamara Samsonova, de 68
años de edad admitió ser la autora de la muerte de su casera,
Valentina Ulanova, de 79, mujer con la que convivía. Al parecer
había discutido con ella y la envenenó añadiendo una gran cantidad
de Fenazepam una benzodiacepina indicada para algunas patologías
mentales. Cuando Ulanova quedó dormida, Samsonova la descuartizó.
Primero serró la cabeza, después cortó el cuerpo por la mitad y
finalmente lo cortó en pedazos más pequeños. Necesitó varias
bolsas de basura y realizó hasta seis viajes para deshaceres de
todas.
En
el registro que los investigadores realizaron en su domicilio,
encontraron los restos de una montura de la cortina de baño con la
que envolvió el cuerpo de su casera, además de restos de sangre,
una sierra y cuchillos ensangrentados con los que había
descuartizado a Ulanova; además hallaron un diario escrito por la
asesina en tres idiomas: ruso, inglés y alemán en los que relataba
haber cometido un total de 11 asesinatos durante 15 años, y varios
libros de magina negra y ocultismo. Aunque se puso en duda si
realmente cometió tantos crímenes, sí que la policía pudo
corroborar el asesinato de un inquilino suyo ocurrido en 2003, ya que
diversas partes de su cuerpo fueron encontradas en un suburbio de San
Petersburgo por aquel entonces. Entre las demás víctimas podrían
encontrarse varios vecinos, su marido (que según ella la abandonó
en el año 2000) y su suegra, aunque este extremo no pudo ser
comprobado.
El
26 de noviembre de 2015 fue declarada demente por un tribunal ruso,
tras conocerse los resultados del examen psiquiátrico a la que fue
sometida, aludiendo que era un peligro para la sociedad y para ella
misma. Desde entonces se encuentra recluida en un psiquiátrico
especializado en la ciudad de Kazán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario